ROCK A LA CALLE

A su llegada a Valparaíso, Taira conoció a Jocelyn Torrejón, gestora cultural del barrio puerto y dueña del Bar La Aduana, un verdadero epicentro del rock alternativo porteño.

Juntas, levantaron el Festival por la Desestigmatización de Barrio Puerto, iniciativa que partió como una protesta contra la negativa estigmatización que los medios masivos, especialmente la televisión, hacen de los barrios populares mediante reportajes sobre la delincuencia, ocupando las cámaras de control de tránsito y otros recursos. Si bien ésta es una parte de la realidad, la majadera manipulación mediática pro-delincuencia y crónica roja, va creando un imaginario distorsionado de lo que son nuestros barrios, donde nosotros mismos vivimos, estigmatizándonos a todos.

Con el tiempo, esta idea se convirtió en el festival de rock independiente más importante de Valparaíso, por donde han pasado prácticamente todas las bandas del under porteño.



Taira ha sido la animadora de las 22 versiones que tiene este certamen, que se desarrolla en plena Plaza Echaurren, convocando a músicos, rockeros, vecinos, bohemios y personajes típicos del puerto subterráneo.

Como experiencia, el Festival por la Desestigmatización de Barrio Puerto es un referente de la autogestión contra-cultural, retroalimentándose con una audiencia que crece y se diversifica en cada versión, sumando también voluntades y aportes de otros colectivos culturales, como radios independientes y comunitarias, ferias de trueque, compañías de títeres y músicos callejeros.

Más información en 

barriopuertovalparaiso.blogspot.com



REVISA UNA NOTA DEL FESTIVAL 
PUBLICADA EN EL CIUDADANO


Con tres años en el cuerpo, el “Festival por la Desestigmatización de Barrio Puerto” se ha convertido para muchos en un referente ineludible al momento de hablar de contra-cultura, autogestión y música alternativa en Valparaíso.
Ideado por Jocelyn Torrejón, gestora cultural y dueña del rockero Bar La Aduana -también ubicado en el sector–, el Festival nació en parte como respuesta a unos reportajes exhibidos por Chilevisión yMegavisión, que hacían ver a la plaza Echaurren y su entorno como un “territorio de nadie”, donde campeaban los pistoleros, lanzas, prostitutas, violadores y toda la fauna social que tanto gusta a los editores televisivos.
Quienes viven en Valparaíso saben que el Puerto no es precisamente una taza de leche, pero también están conscientes que la estigmatización negativa que se hace del barrio es antojadiza y exagerada, pues los índices delictuales del sector –por ejemplo– son inferiores a otras partes de la ciudad, la región y el país. “Pero sólo aquí hacen un reportaje con las cámaras de televigilancia para mostrar lo que pasa en la noche”, señala Taira Pizarro, cantante y artista visual que desde el primer minuto se sumó a Jocelyn en la organización de este Festival.
Ambas coinciden en que fueron dos cosas las que se juntaron para que esta idea se concretara. “Uno, las ganas enormes que teníamos de sacar el rock a la calle, de difundir el trabajo de las bandas que veíamos pasar todos los fines de semana en La Aduana, y dos, la rabia que nos dio ver esos reportajes tan sesgados, que en el fondo nos hicieron quedar a todos los habitantes del barrio como delincuentes y traficantes”, explica Jocelyn.
Las emociones dieron paso a la acción y así se paró, en diciembre de 2008, la primera versión del Festival. Desde ese entonces, han pasado 20 ediciones, “con prácticamente todas las bandas que conforman elunder porteño tocando aquí en la plaza”, indica Taira, haciendo referencia a una de las escenas más prolíficas del país, “sobre todo en cuanto a sonido, experimentación y actitud, que en el fondo es la sangre del rock”, agrega la animadora.
Esta buena generación de músicos porteños, con bandas como Umbría en Kalafate, Lisérgico, Kafarenass, Paraguapléjico, Cola de Zorro, Caallo Loco y Sudor de Ano, entre otros, se encuentra en el Festival con un público muy diverso, seguidores del rock alternativo, familias y gente del barrio, niños, turistas, y, por supuesto, los habituales residentes de la plaza, “los tatitas”, como cariñosamente se conoce a estos enigmáticos personajes que en su mayoría cargan con historias muy pesadas y, a veces, increíbles.
“Al hablar con ellos te das cuenta que en el fondo estás hablando con un ex cantante de boleros, con un ex diplomático, con un padre de familia que lo perdió todo y hoy está entregado a la botella, perdido en lo suyo”, dice Taira, quien destaca que “ellos son los más estigmatizados, pero son los más respetuosos. Se nota que son sobrevivientes de la cultura popular antigua, bohemia y guachaca, que había aquí en el barrio Puerto hasta 1973, cuando el toque de queda mató la vida nocturna”.
Jocelyn asiente y sentencia: “Nunca, en ningún festival, hemos tenido un problema, una pelea, un robo, ni presencia policial ni nada. La atmósfera que se logra en cada tocata es de alegría, principalmente, y de convivencia y relajo. Los únicos damnificados son los tíos que se caen a la pileta”, señala entre risas.
El festival actualmente goza de buena salud y sus proyecciones son potentes. Se tiene el apoyo de algunas organizaciones sociales, como la radio comunitaria Placeres, y el equipo está funcionando como Centro Cultural, llamado “La Aduana”. Desde ahí se realizan distintas acciones, como integrar la poesía y otras artes a los espacios urbanos del barrio.
“Aquí la poética de hacer rock en la plaza pública tiene otro color, otro sonido. Sientes el mar a tus pies, sientes la gente bajando de los cerros a tus espaldas, con sus sacos de trabajo y esfuerzo, y por lo mismo sientes una hermosa dignidad por el legado cultural que representa esta escena”, concluye Taira.
Ska, rock, folk, trova, hip-hop, reggae, poesía, artes. Eso es el Festival por la Desestigmatización de Barrio Puerto y la Ocupación de los Espacios Públicos.
Por Absalón Opazo, Cultivos Chilenos, suplemento arte & cultura. El Ciudadano Nº115, primera quincena diciembre 2011